Querido Hugo:
Espero que a tu mami no le importe que use su blog para hablarte de nuestras cosas. Quiero contarte que, cuando pasen los años, y veamos en los telediarios las imágenes de la Copa del 2008, la de tu año, los "enajenaos" nos pondremos muy pesados, y te explicaremos muchas cosas. Que no has de escuchar a la prensa, porque siempre se mueven por intereses, que los insas y moratas no son más que las voces de sus amos, como los jimenezlosantos o los carlesfrancinos, pero en el futbol, y que los ineptos que los siguen sólo ven la mitad de la realidad, la que les quieren contar, que es precisamente la que ellos quieren escuchar. Que desde la meseta, también en el fútbol, como en tantas otras cosas, nos ningunean, y con su poder mediático consiguen que prácticamente toda España se ponga del lado del equipo de moda, hoy el Geta, mañana cualquier otro, lo que sea menos apoyarnos a nosotros. Que los que dicen que han dejado de ser de los nuestros un día sí y otro también, mienten, porque de esto no te puedes quitar nunca. Que verás pasar muchos jugadores, entrenadores, presidentes y mangoneantes varios, pero que ellos sólo están de paso, y que el sentimiento y el amor a unos colores están muy por encima de todo eso.
Pero otras cosas no te las sabremos explicar, ni tu papi ni tus tíos, porque no se pueden expresar con palabras. Por qué lloramos en la Cartuja cuando por primera vez les vimos levantar una Copa sin que fueran imágenes de archivo en blanco y negro, por qué en Paris lloramos sólo con ver en la puerta de Saint Denis una pancarta que decía "Bienvenido, Valencia", por qué en Milán fuimos una piña al volver sentados en el suelo de un tren haciendo esfuerzos por no llorar cuando el fútbol no pudo ser más cruel con nosotros. O como conseguimos quitarnos el mal sabor de boca de esas dos finales con nuestra primera liga y, dos años después, el primer doblete, en unas celebraciones que no olvidaremos nunca.
Los que hemos dormido en la calle para conseguir una entrada no entendemos como el día antes de una final sigue habiendo entradas en taquilla. Son las de esos que dicen ser de los nuestros, pero que añaden que estaría bien bajar a segunda porque es lo que se merece el entrenador y el presidente. Pero no te confundas, porque esos no son de los nuestros. Igual somos menos de los que pensamos, pero te aseguro que los 20.000 que fuimos anoche al Calderón nos dejamos la voz por los que hubieran querido ir pero no pudieron estar. Y que cuando al equipo le faltó el aliento, nosotros le dimos alas. Por eso anoche celebramos la Copa con rabia. Porque eramos 20.000 (y algunos cuantos más aquí, eso es verdad) contra toda España. Porque aunque parezca una paradoja, el pequeño éramos nosotros.
Y los jugadores, esta vez sí, supieron reconocer nuestro esfuerzo. Por eso, cada gesto suyo fue hacia la grada. Por eso, nada más terminar el partido, lucieron camisetas con uno de nuestros gritos de guerra en la espalda, ese "che que bo!" que esperamos volver a pasear pronto por Europa. Porque, aunque les cueste reconocerlo, los jugadores son los primeros que saben que jugar sin hinchada es como bailar sin música. Y si ellos cumplen, como cumplieron anoche, a nosotros no nos importa ir a trabajar sin haber dormido.
Tu aún no lo sabes, Hugo, pero me muero de ganas de que vengas a una final con nosotros. Porque cuanto más tiempo pasa más valoramos lo difícil que es llegar. Porque cuando les ves levantar una Copa sabes lo que es tocar el cielo con las manos.